La Fascinación del Líder
Vengo de la presentación del libro de Fanny Schutt en Madrid. Aún resuenan en mí los cálidos aplausos que han sido la respuesta emocionada de una presentación palpitante (…)
Flanqueada por dos esplendidos presentadores, Aurelio Gracia y Rómulo Aguillaume, que han glosado de un modo inteligente, lúcido y brillante su obra – y cuyas reseñas espero publique nuestra pagina web- flanqueada por ambos, y arropados todos por el Ateneo de Madrid con Marta Vázquez representándolo, Fanny Schutt ha tomado la palabra emocionada, para contarnos parte de la aventura intelectual, en la que se embarcó hace años, y que ha dado como resultado la obra que hoy nos presentaba.
Fanny Schutt ha realizado con su texto y en su presentación un ejercicio de modestia que la honra. Como ha recordado uno de sus glosadores, Fanny disponía de un material más extenso, y sin embargo ha decidido ceñirse a unas escuetas 130 paginas. A pesar de la reducción sufrida el texto fascina.
Y la fascinación que provoca el texto es la de la modestia, la de la sobriedad, la del aquilatamiento, la del trabajo bien hecho y pulido, y es que es como si el diamante se nos diese a ver ya pulido y trabajado, y a la vez se nos quisiera hacer creer que el trabajo ha sido fácil, cuando sabemos al mismo tiempo de la dureza, del esfuerzo y el tesón empleado.
El sacrificio del material redunda en aras de la claridad y del gusto del lector; de tal modo, que es de suponer, que lo que hemos perdido en extensión, lo hemos ganado en intensidad y claridad.
Si la desidealización es el tema que atraviesa el fondo de la obra y, como la autora reconoció posteriormente, ese es, según ella, el gran trabajo del análisis; desidealización es también lo que propone sobre sí misma y su texto y por ello la grandeza de la autora y el texto aumentan.
Podríamos decir que si Freud se resistía a la fascinación que como líder provocaba en él mismo y en otros, escribiendo, continuando una obra abierta al cuestionamiento hasta el final y no dejándose arrastrar por cantos de sirena, Fanny Schutt se defiende, de esa fascinación, de autor en este caso, cercenando su texto en aras de sus lectores, mostrando en vivo como un analista es aquel capaz de preservar el lugar que el amor de transferencia le da, el lugar del sujeto supuesto saber, sin encarnarlo, para que el proceso analítico mismo lo ponga en su lugar, en el paciente mismo, y en este caso en sus lectores.
Fanny Schutt nos ha regalado además una pequeña joya que no se dedica solo a bucear en el texto olvidado de Freud, lo cual es de por si mismo apasionante, y de ello, de ese palpito sentido, de esa pasión, nos dio cuenta al relatarnos como iba viendo, conforme avanzaba en la investigación, cosas que le hacían percibir que estaba en proceso de descubrimiento, de desvelamiento, de conquista de un territorio dejado en sombras por ese, el psicoanálisis, que se vanagloria de no retroceder ante ninguna sombra.
Sorprendida por las sombras, no se dedicó solo a sacarnos a la luz un texto con fundamento freudiano, sino que recorrió a su vez la época en que fue escrito, los acontecimientos mundiales que conformaron sus avatares e incluso, como señalaron ambos presentadores, con estilo de investigación policial nos describió el proceso mismo y su asombro.
Si los historiales de Freud, como él mismo dejó dicho, se leen como novelas, el libro de Fanny Schutt se lee como una novela de aventuras, siendo la muestra de lo que es una genuina aventura psicoanalítica.
Para terminar solo nos cabe desear que la próxima edición sea, como es habitual, no solo corregida, sino también aumentada con ese material que ha quedado en el cajón y que esperamos que los tiempos saquen a la luz… ¿o espera Fanny que en el futuro alguien haga ese trabajo de desvelamiento por ella, como ella misma ha hecho con el texto de Freud?
En cualquier caso estamos seguros que ese material no hará más que ahondar en la idea de que la autora ha realizado un acertadísimo trabajo analítico, por el que le damos desde aquí las gracias anticipadas, confiando en que cuente con nosotros, el modesto CPM, para su presentación en Madrid.
Pablo J. Juan Maestre. Miembro del CPM.